Alumnos y docentes pidieron que se promulgue la Ley de Financiamiento. Exigieron al Ejecutivo que «reconsidere» el Presupuesto 2025.
Vista del palco ubicado en la Plaza del Congreso, desde donde la comunidad universitaria dio a conocer un documento en defensa de la universidad pública y gratuita. NA
Docentes, no docentes y estudiantes realizaron ayer, por segunda vez, una multitudinaria marcha al Congreso. En esta ocasión, fue para pedirle al presidente Javier Milei que «promulgue» la Ley de Financiamiento Universitario y que «reconsidere» el proyecto de Presupuesto 2025.
A la movilización se sumaron dirigentes políticos del kirchnerismo, del radicalismo, de la izquierda y de gremios nucleados en la CGT y la CTA. Esto dio pie al Gobierno para evaluar a la marcha como una manifestación «eminentemente política», según fuentes de Casa Rosada. Entre los asistentes estuvieron el exministro de Economía, Sergio Massa, el exjefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, la líder de la Coalición Cívica Elisa Carrió, los radicales Martín Lousteau y Facundo Manes, el diputado kirchnerista Germán Martínez, entre otros.
«Los estudiantes le pedimos, en un grito de auxilio para salvar al sistema: ípromulgue la Ley de Financiamiento Universitario!», manifestó la presidenta de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, quien leyó el documento con el que cerró la Marcha Federal, que tuvo como epicentro la plaza del Congreso y se replicó en las principales ciudades del país.
El texto, que también fue suscrito por el Frente Sindical de Universidades Nacionales y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), señaló que con la norma aprobada por el Congreso, el Presidente «tiene al alcance de su mano una ley razonable que resuelve los problemas, cuidando al Estado y a su economía».
Asimismo, la comunidad universitaria le «exigió» al jefe de Estado que «reconsidere» el proyecto de Presupuesto 2025, al advertir que «si no se modifica, la situación de las universidades y del sistema científico será mucho más grave. Estará en juego su continuidad».
«Es un error entender como un gasto y no como una inversión lo que el Estado destina a educación, universidades y desarrollo científico», advirtió el manifiesto. El texto enfatiza que «con la misma fuerza y claridad que lo hicimos en abril, los estudiantes del sistema universitario reiteramos: no queremos que nos arrebaten nuestros sueños, nuestro futuro no les pertenece».
«La universidad no es el problema, es parte de la solución», fue el lema que utilizó la comunidad educativa para rechazar el recorte presupuestario del gobierno libertario.
La tensión entre el Ejecutivo y las universidades viene incrementándose desde la semana pasada, cuando docentes y no docentes de las casas de altos estudios realizaron un paro por 48 horas en «defensa de su salario» y de la Ley de Financiamiento Universitario.
Tras una reunión en el Palacio Pizzurno, donde funciona la Secretaría de Educación, los gremios habían rechazado el ofrecimiento del Ministerio de Capital Humano de un «6,8% adicional en octubre», que había sido calificado como «histórico» por esa cartera.
El conflicto entre las universidades y el Gobierno tuvo varios picos de tensión desde que asumió el gobierno libertario, pero uno de sus momentos más álgidos fue la masiva movilización del pasado 23 de abril, cuando se manifestaron cientos de miles de personas en todo el país para respaldar el reclamo de las universidades.
La ley, aprobada el pasado 13 de septiembre por el Congreso, establece actualizar los fondos para gastos de funcionamiento de las universidades por la variación del índice de inflación, que en agosto se ubicó en el 236.7% interanual. También ordena una recomposición de los salarios universitarios. Pero Milei ya anticipó que vetará la ley.